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Etiqueta: Unión Soviética

ORO MOSCOVITA Y BERLINÉS

ORO MOSCOVITA Y BERLINÉS

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Con la expresión “el oro de Moscú” no me refiero al oro que atesora la capital rusa en la caja fuerte de su Estado, sino a los lingotes del preciado metal que salieron del Banco de España camino de la Unión Soviética al comenzar la guerra civil del 1936, por orden del ministro de Hacienda, Juan Negrín.

Dinero en especie aurífera utilizado para pagar la ayuda rusa a la causa republicana española, porque el apoyo soviético no salió gratis al Gobierno de Largo Caballero, aunque algunos piensen que se trasladó el 72,6 % del tesoro público al país siberiano para salvarlo de las garras franquistas y otros piensen que tal evasión fue un gran fraude republicano.

Todo quedó claro en 2006 durante la exposición organizada por el Banco de España para conmemorar sus 150 años de existencia, donde se expuso por primera vez el acta de aprobación de salida hacia el puerto de Cartagena de tales reservas bancarias auríferas, el 26 de octubre de 1936, llegando a Odessa seis días después en las bodegas de cuatro buques soviéticos.

Reservas formadas por 510 toneladas en oro en monedas, cuyo valor actual sería de unos 12.000 millones de euros, alcanzando la estimación numismática los 20.000 millones, pues había dieciséis clases de monedas en oro: pesetas, francos belgas, franceses y suizos; marcos, florines, pesos mexicanos, argentinos y chilenos; libras esterlinas y gran cantidad de dólares.

El gobierno republicano vació los sótanos del Banco de España en la caja fuerte del staff soviético estalinista, a cambio de materiales, tanques, municiones, víveres, medicinas y apoyos logísticos militares, comprando Franco oro nazi berlinés para las estanterías, que luego tuvo que vender en Nueva York para sufragar la deuda contraída con los Estados Unidos en la posguerra.

BAHÍA DE COCHINOS

BAHÍA DE COCHINOS

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El bloqueo americano a la isla caribeña tras el triunfo de la revolución cubana, obligó a Fidel Castro a convertir la nación en un preocupante satélite de la Unión Soviética, pues apenas separaban 150 kilómetros el territorio ruso-cubano de la costa americana, resultando amenazante para el Tío Sam la cercana presencia del enemigo soviético, en plena Guerra Fría.

Así las cosas, el presidente Eisenhower decidió erradicar ese hipotético peligro embargando económicamente a Cuba y encargando a la CIA la Operación Pluto, consistente en reclutar una brigada de cubanos anticastristas refugiados en Estados Unidos, para que invadieran la isla y derrocaran a Fidel Castro.

Los invasores fueron entrenados durante meses para ello en Nicaragua y Guatemala, hasta que en la madrugada del día 17 de abril de 1961 desembarcaron 1.400 exiliados en la cenagosa Bahía de Cochinos, donde fueron esperados por 20.000 cubanos movilizados, tras recibir Castro un chivatazo del periodista argentino Rodolfo Walch, interceptor de un mensaje cifrado procedente de Guatemala. A esto se une que dos días antes de la invasión, ocho bombarderos americanos fracasaron en su intento por destruir la aviación cubana.

Los invasores quedaron abandonados a su suerte, y tras 66 horas de combates su derrota fue contundente, durando 20 meses las negociaciones llevadas a cabo por Robert Kennedy para conseguir la puesta en libertad de los detenidos, a cambio de 53 millones de dólares en alimentos, medicinas y tractores para los vencedores revolucionarios cubanos.