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Etiqueta: pantalla

PESADILLA

PESADILLA

Apagaba dolorido la televisión al tiempo que el cielo picoteaba su bóveda para mostrarnos las estrellas, y la tijera del ocaso recortaba un círculo en la negra cartulina celeste dando paso a una opaca luna sin esperanza, ni brillo, ni plata, ni suspiro que pudiera aliviar la imagen de la pantalla que llevaba en la retina cuando recosté la cabeza en la almohada y puse a trasnochar el sueño, vigilante en el silencio acompasado de improvisados latidos entre las sábanas.

El recuerdo de lo visto no ayudaba al encuentro con Morfeo, cuando pude, al fin, entregarme a la transitoria desaparición diaria en dulce inconsciencia de duermevela, con el desesperanzador abatimiento de compartir con mis vecinos un país almonedado y aturdido por el desconcierto de ciudadanos que nada comprenden de quienes rigen su destino en el mercado político, sabiendo que no van a ser echados de los sillones a cinturazos.

Horas después, al abrirse la madrugada de este domingo, no me ha sucedido como al poeta, incapaz de recordar el sueño de medianoche, pues sufro la pesadilla de vivir en un país alejado de la realidad deseada por quienes lo habitamos, con reventones de bilis sobre las portadas de los periódicos y pantallas televisivas que nos zarandean el alma, mientras un escalofrío recorre nuestras espinas dorsales sin advertencia previa.

No puede ser cierto, me dije, sin certeza alguna. Pellizqué el brazo, sacudí la cabeza, di palmetazos en el rostro y me eché un jarro de agua helada por la cabeza para cerciorarme que estaba despierto, sin conseguirlo, pues la pesadilla era más fuerte que la negativa a consentirla.

Tal vez por eso anda en mi delirio revuelta la arcilla y las corbatas son lazos de horca que suspenden a los reos de los árboles donde los buitres esperan impacientes la aniquilación de los culpables, sin posible redención en los púlpitos ni perdón en las pilas bautismales regadas con sangre inocente y harta de sacrificios inmerecidos en altares donde las pancartas son blanqueadas por leyes artificiales dictadas por los ejecutados en mi pesadilla.

PUBLICIDAD EMBAUCADORA

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“Agítese bien antes de usar”, dicen las instrucciones como paso previo al empleo de un producto que está decantado en el recipiente que lo contiene, para que la mezcla de sustancias se homogeneice y reparta por todo el espacio, mezclándose bien los componentes incluidos en el recipiente donde se alojan.

De igual forma, los publicistas embaucadores agitan las mentes de los posibles compradores antes de seducirlos en su propio beneficio como si fueran componentes de la mezcla humana que se pretende homogeneizar para que irremediablemente adquieran todas el producto comercial que se les quiere vender.

La publicidad comercial consiste en divulgar anuncios a través de los medios de comunicación social para atraer posibles compradores del objeto anunciado, presentando el producto de forma que estimule el ánimo de los ciudadanos para que echen mano al bolsillo y se lo lleven a su casa.

En toda publicidad hay una intención embaucadora por parte del anunciante para seducir a potenciales clientes, aunque el propósito no siempre sea honesto y sincero, porque en ciertas ocasiones los publicistas tratan de engañar con imágenes y palabras alejadas de la realidad que subyace en el mensaje enviado a través de la pantalla.

Otras veces tratan de crear la necesidad de comprar lo innecesario, movilizando la voluntad de las personas ávidas de consumo y dispuestas a comprar lo que le ofrezca el anunciante, aunque el objeto adquirido acabe rodando por la casa hasta terminar en la basura o transferido como regalo a otros propietarios, porque el poder de penetración social que tienen los embaucadores comerciales es muy grande y su capacidad seductora casi ilimitada, consiguiendo vender helados en el Polo Norte, protectores solares para espectáculos nocturnos, agua junto a los manantiales y estufas en el desierto.

CONFIDENCIAS ANTE EL ORDENADOR

CONFIDENCIAS ANTE EL ORDENADOR

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Aquí estoy, ante la pantalla en blanco del ordenador con la incertidumbre como prólogo de mi reflexión diaria, sin saber qué pensamiento comenzaré a deletrear en renglones sucesivos, ni las palabras que emplearé para dar vida a la idea que pretendo verter, ni por qué la expresaré con unos términos y no con otros que harían el mismo oficio.

Ignoro los vocablos a utilizar para expresar el respeto intelectual que me produce enfrentarme a la forma de expresar el sentimiento que quiero dejar cada día en mi bitácora, como temblor anímico cercano al tartamudeo, sobre todo cuando no tengo a mano el hueso de médula espiritual necesario para verter el estremecimiento.

¿Con qué palabras puede explicarse el fracaso de la vulgaridad retórica o el descabello inmerecido de la estética, cuando se pretende maridar concepto y forma en lacónica frase literaria con aspiración a ser gustosa composición de armonía interior, belleza retórica, ilustrada exposición y melódica ortofonía sin afectación pedantesca?

A todo escritor le complace ser leído, pero cuando me siento cada madrugada frente al ordenador no pienso en los lectores, sino en hermanar las letras del diapasón alfabético con el teclado, para conciliar ropaje y cuerpo, palabra e idea, hechura y pensamiento, de forma que sea deleitosa para los lectores, quedando plenamente satisfecho con el placer que me produce el intento.

 

PERPLEJIDAD

PERPLEJIDAD

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Las cosas que suceden en este país están dejando perplejos a muchos ciudadanos y sin capacidad de respuesta, inmovilizados por un asombro que aturde su ánimo, ante los detestables hechos que presencian atónitos frente a la pantalla de la vida.

Que algunas esposas de presuntos corruptos ignoren las andanzas de sus maridos es defendido por ciertos políticos y publicistas; pero que sean expulsados de la carrera judicial los magistrados que pretenden encerrarlos, es aplaudido por ellos.

Que el presidente catalán desprecie la Constitución y otras Instituciones no provoca una respuesta contundente del Gobierno; pero que los ciudadanos se manifiesten en defensa de sus derechos fundamentales requiere una ley mordaza por vía urgente.

Que el rey se hayan hecho multimillonario en poco tiempo contando con empresarios amigos íntimos que han dormido en chirona, no inquieta al personal; pero que algunos ciudadanos enarbolen banderas tricolores por la calle merece castigo.

Que politiqueros, sindicalistos, cajistas y empreSSsarios estén en el punto de mira de la justicia no preocupa a políticos, sindicalistas, cajeros y empresarios; pero estos se rasgan las vestiduras ante las críticas que reciben los tramposos del gremio de cada cual.

Que las mentiras políticas de colores varios lanzadas desde las tribunas atonten a los ingenuos no está bien; pero que la amnesia les lleve de nuevo a las urnas con la papeleta en el bolsillo y la sordera en la Trompa de Eustaquio parece grave.

INFORMADEROS E HISTORIADEROS COTIDIANOS

INFORMADEROS E HISTORIADEROS COTIDIANOS

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La condición humana, con sus filias y fobias; ideologías y sentimientos; intereses y afinidades; preferencias y rechazos; sintonías y discordancias, lleva a la manipulación informativa y al falseo de datos, que tanto descomponen la historia, nublando la objetividad, oscureciendo la independencia, negando la verdad y contaminando la narración, según la inmoralidad del sujeto y su compromiso con el pagador de servicios.

Tales intrusos que desfiguran intencionadamente la historia cotidiana, merecen el desprecio ciudadano y el destierro a las tinieblas del olvido, porque hieren el alma honrada del pueblo y ultrajan el honor de quienes se dedican al noble oficio de escribir la historia por derecho, con honestidad y sana intención de divulgar los hechos, sin caer en tentaciones bastardas, intereses espurios y simulaciones fraudulentas

Estos despreciables historiaderos cotidianos son herejes de la historia que difunden sus libelos en informaderos sin futuro, dando comunicaciones sesgadas y desfigurando los hechos con narraciones alejadas de la realidad, que deben alertarnos cuando pongamos la vista sobre el papel o las pantallas televisivas.

La responsabilidad intelectual y moral de los cronistas periodísticos debe ir más allá de sus intereses personales, partidistas o económicos, porque los reporteros, columnistas y tertulianos hacen historia del momento concreto que describen, de la psicología social dominante y de la situación política, económica, religiosa y cultural, que vive el país en el momento que firman sus crónicas, dan sus opiniones o divulgan sus reportajes.

¡ CHAPEAU, JORDI !

¡ CHAPEAU, JORDI !

Unknown

El falso documental dirigido por Jordi Évole que emitió ayer noche La Sexta con el título de “Operación Palace”, no consiguió engañar a todos los que nos pegamos a la pantalla, pero convenció a muchos, despertó fantasmas ocultos, suscitó dudas y nos hizo disfrutar con una nueva manera de hacer televisión, recordando a Orson Welles en “La guerra de los mundos” y a Stanley Kubrick con su “Operación Luna”, simuladora de la falsa llegada del hombre a la Luna.

Lo verdaderamente meritorio de Évole no ha sido el buen juego de ficción que puso en pantalla, ni la farsa de una posible verdad que sigue corriendo por los mentideros urbanos y rurales, sino la denuncia que hizo el programa de la manipulación informativa a la que estamos sometidos por el quinto poder, servidor de los cuatro primeros que dominan el mundo.

Las palabras de los protagonistas, los argumentos de los participantes en la simulación, las tomas falsas, el fingimiento de los actores y la veracidad de las imágenes, convirtieron en drama político un sainete televisivo, cumpliendo sobradamente su objetivo de convertir una mentira en verdad, sin recurrir a la vulgaridad de Goebbels ni a la grosería intelectual de muchos políticos que insultan el sentido común del pueblo con mentiras directas a la línea de flotación de la inteligencia colectiva.

Tanto los espectadores incrédulos y desconfiados que delataron el enredo, como los asombrados e indignados que se creyeron la mentira, deben reconocer el éxito de la idea, el atrevimiento del proyecto y la valentía de los realizadores por llevar a la pantalla una apuesta infractora de normas televisivas, transgresora de modales al uso y contraventora de convencionalismos comunicativos, con dos mensaje ocultos de inapreciable valor para una sociedad informativamente manipulada y opaca que camina del ronzal, embridada por ocultos poderes dueños de la voluntad comunal.

ESCRIBIR PARA AMIGOS

ESCRIBIR PARA AMIGOS

Unknown

Escribir para ser leído por amigos exige humedecer la pluma en tinta del alma y pasar el pliego virtual de la pantalla por rincones inaccesibles del espíritu, para mostrar sentimientos propios sin vestimenta alguna, urdidos por afanes cotidianos que brotan de un corazón desnudo, sin más intención que compartir el vuelo con los amantes de la vida.

Las palabras, sin retoque alguno ni maquillaje, se encadenan gozosas en ocasiones al dictado de experiencias hermosas que embellecen con pinceladas de hermandad la existencia. Pero otras veces brotan doloridas, sudorosas y cansadas, con la hartura de la decepción y el desengaño de la frustración.

Me gusta escribir desde el ruedo, recibiendo el toro de la vida a puerta gayola, sabiendo que puede empitonarme una vez más como tantas veces ha ocurrido, pudiendo enseñar mis cornadas de guerra a quien solicite ver las cicatrices, porque nunca he callado lo que tenía que decir, ni silenciado el pensamiento, aun sabiendo que el morlaco buscaría mi cuerpo en la embestida.

No escribo pensando en el gusto de los lectores para complacer sus preferencias, sino con la esperanza de que los lectores se hermanen con los sentimientos que expresan mis palabras, aceptando que no son compartidos muchos de ellos y que molestarán a otros, por lejos que esté mi intención de abrir heridas en el pensamiento ajeno.

Al escribir no pretendo hallar consuelo a penas que no tengo porque la vida me sonríe, ni busco alivio a inexistentes pesares, ni persigo complacencias ajenas, sino alimentar de esperanza la comunidad que formamos los que todavía creemos en valores que contribuyen a la hermandad y felicidad entre los que el azar de la vida ha unido.