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Etiqueta: Palacio de la Zarzuela

CRISTINA TIENE SUSTITUTA

CRISTINA TIENE SUSTITUTA

Unknown

Puesto que la infanta Cristina se niega a obedecer a su progenitor, manteniendo tozudamente sus pretensiones a la corona de España, el Tribunal Supremo ha decidido echarle una mano al rey-padre buscándole una sustituta en la línea sucesoria a la esposa del choricete vasco, aceptando el Pleno de la Sala Civil la demanda de paternidad interpuesta por la ciudadana belga Ingrid Sartiau al abdicado vividor que se pasea por el mundo con el dinero de los vasallos, mientras su esposa compra en Harrods llevando del brazo a su hermana Irene.

Si el ADN de los restos dejados en un vaso por rey demuestran que Ingrid tiene razón, se pondría patas abajo la corona de España porque su hermano Alberto Solá sería el legítimo heredero a la corona, por mucho que el alto Tribunal se niegue a investigar su vinculación filial con el padre del marido de la periodista ovetense.

Este hecho puede demostrar algo que no necesita demostración para los mortales, pues hasta los osos polares que deambulan por Alaska saben que todos los dinteles de las puertas que franquean las habitaciones del Palacio de la Zarzuela tuvieron que ampliadas para que la real dama griega pudiera pasar por ellas.

La señora Sartau con ayuda del Tribunal Supremo pueden finalmente demostrar que Juan Carlos de Borbón es Borbón de pura cepa, acreditando un pedigrí de genuina raza borbónica, pues ya su tatarabuela Isabel, su bisabuelo Alfonso XII y su abuelo Alfonso XIII tuvieron hijos ilegítimos fruto de sus calenturas amorosas, como la disfrutada por Juan Carlos los tres días que pasó encamado en Marbella con la madre de la demandante.

La bartardía es la enfermedad moral hereditaria de los borbones a lo largo de la historia, de la que no se ha librado el rey-padre, escondiéndose bajo un casco por las noches cuando salía en moto de palacio, buscando en discreta alcoba un cuerpo donde saciar la ardentía que su esposa era incapaz de saciar.

OTRA VEZ POR EL SUELO

OTRA VEZ POR EL SUELO

Anda preocupada la familia real con tanta caída del jefe. Los monárquicos empiezan a pensar en el relevo. Todos los republicanos sonríen frotándose las manos a la espera de la caída definitiva. Y el resto de ciudadanos considera que ya son demasiados besos al suelo, piernas rotas, caderas recompuestas, ojos hinchados y narices inflamadas.

Viendo tantas veces al rey por el suelo, caída tras caída, tenemos que pensar que los cinco tropezones debidos al azar, despistes, mala visión o cepas africanas de madrugada,  son premonitorios de la caída monárquica definitiva.

No debemos olvidar que la legitimidad monárquica asentada con toda la realeza real en el Palacio real de la Zarzuela, fue otorgada en julio de 1969 por el mismo dictador militar que se la robó a la República, obligando a ésta a pagar los platos rotos por los gobiernos republicanos de izquierda, centro y derecha.

Hasta ahora, ninguno de los gobiernos democráticos han querido recomponer la vajilla, y convendría que hicieran el esfuerzo de comprar una nueva con el logotipo de la tercera república en los platos.

No basta con ver refrendada en la Carta Magna la legitimidad monárquica impuesta por el general Franco. Es preciso saber qué piensa el pueblo del asunto, aunque exista la seguridad de una respuesta mayoritaria por la monarquía que el actual rey todavía no se ha ganado en referéndum, desaprovechando la oportunidad de cerrarnos la boca a muchos disconformes con su trono.