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RESISTENCIA DE LA MEMORIA

RESISTENCIA DE LA MEMORIA

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He tenido el honroso placer de presidir el jurado del Primer Certamen Internacional de Poesía “San Cayetano”, patrocinado por el Colegio Castellano-Leonés de Gestores Administrativos, junto a Isabel Bernardo, Juan Carlos López Pinto y Alfredo Pérez Alencart, decidiendo por unanimidad que los mil euros del premio y la placa correspondiente fueran para la poetisa cubana Yenifer Castro Viguera, por su poemario “Resistencia de la memoria”.

Llegar al acuerdo unánime de esta ganadora ha sido fácil, porque a sus estrofas vivificadas con alma cubana, se ha unido la común sensibilidad poética de quienes tenían que poner nombre real a la plica que acompañaba los versos enviados desde la isla hermanada por una lengua común.

La poesía de Yenifer es intimista y personal, trenzada con cercano alejamiento, versos libres, estrofas de calado imaginativo, culto léxico, espiral emotivo, nexo temático y original imaginería poética, de quien pretende retener el abrazo del hombre que arrastró las estrellas en un cielo de sábanas, sin saber que otro nombre estaba escrito antes de que ella naciera.

Asciende la memoria de esta joven poetisa por sus talones, quemándose en ella el alma sustantiva del evocado fingidor, náufrago, polizón de la vida que va por derecho carril hacia ella agotando señales, donde la quimera de humo desborda el tiempo de su edad desnuda, obligándola al mutismo de los días sin las manos del amante ni espacio de paz, pues no tuvo sosiego hasta que llegó a las aguas turbulentas de la poesía.

….Y LA CASA SE ENCENDIÓ

….Y LA CASA SE ENCENDIÓ

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Hace hoy 114 años que en Granada se encendió de madrugada una casa poética en el alma del recién nacido Luis Rosales, donde el poeta se cobijó cerrando inútilmente la puerta a la murmuración, para que el falso rumor amargo de la imposible complicidad no traspasara la frontera doméstica.

Pero fue estéril todo esfuerzo del poeta por silenciar la mentira que corrió de boca en boca, dejando por las esquinas de la historia el insidioso reguero maledicente que le obligó a llevar sobre los hombros de su alma dolorida, durante sesenta años, la pesada carga de la injusta murmuración mentidera.

Ciego de olvido por voluntad y por destino, supo que nada cambiaría extramuros de la casa encendida, donde la extrañeza de unos pasos acercándose a la cancela le advirtieron que con Federico por la derecha se iría Joaquín Amigo por la izquierda, sin que Luis Rosales pudiera hacer algo para evitar la locura de las balas, conformándose con rezar por ellos en el diario de su resurrección.

Pudo amar más tiempo de lo que dura un beso o una lástima de incendio y vivir acabándose inmerso en la palabra de su poesía sin límites entre géneros literarios, con humanidad y generosidad hermanadas en testimonial alma de poeta singular, capaz de verle la espalda a cada día, sin caer en la incertidumbre de la desmemoria.

“Desde que Pablo Neruda publicó su Manifiesto en el que se levantó contra la poesía pura, yo he sustituido el oficio de escribir por y para la belleza, por la creación poética por y para la vida”, dijo Luis Rosales al recibir el Premio Cervantes en 1982, haciendo memoria de la palabra del alma.

Memoria expectante que hace del vivir, retorno a lo que fue y no volverá a ser porque es inútil intentar volver a verlo cuando ya no se recuerda, ni vuelve del corazón a los sentidos para revivir el milagro de la resurrección, uniendo el sentir y el vivir en el recuerdo inmóvil de la memoria encriptada.

HACIENDO MEMORIA

HACIENDO MEMORIA

Mucho se ha criticado el nazismo y se ha despreciado a los líderes nazis que llevaron a la raza humana a la mayor barbarie de la historia. Pero son pocos los que recuerdan a sus cómplices, sin los cuales no hubieran sido posibles los asesinatos, bombardeos, cañonazos y matanzas que se llevaron a cabo en los campos nazis de exterminio. Por eso, es necesario recordar que:

La Iglesia católica estuvo al lado de los tres dictadores europeos.

Westinghouse y General Electric multiplicaron sus inversiones y beneficios.

Suiza abrió fronteras al oro robado por Hitler y las cerró a los deportados.

Hugo Boss se encargó de vestir a buen precio a todo el ejército alemán.

El presidente de IBM fue condecorado por ayudar a identificar judíos.

El Deutsche Bank financió la construcción del campo de Auschwitz.

Joe Kennedy, Prescott Bush y Fritz Thyssen colaboraron con Hitler.

Los aviones de Hitler volaban con el combustible de Standard Oil.

Los soldados nazis se desplazaban en vehículos Ford.

Finalmente, el consorcio IGFarben que luego fue Bayer, Basf y Hoechst, usó a los prisioneros de los campos de concentración como cobayas y mano de obra gratis, obligándoles a producir en sus fábricas el gas que iba a liquidarlos.