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Etiqueta: mayo francés

DEL CAMPAMENTO AL AYUNTAMIENTO

DEL CAMPAMENTO AL AYUNTAMIENTO

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Los vimos acampados en la Puerta del Sol bajo ondulantes techos de plástico, improvisando discursos espontáneos con una frescura hasta entonces desconocida, debatiendo propuestas para regenerar las Instituciones infectadas de corrupción, nepotismo, prepotencia y abusos, al tiempo que se infestaban de corruptos y corruptores.

Los vimos en calles y plazas de todas las ciudades cantando originales eslóganes, coreando imaginativas consignas y escribiendo lemas en paredes y pancartas, que nos recordaban a los jóvenes revolucionarios del mayo francés, pidiendo un espacio para la imaginación en las cúpulas de los poderes políticos, sociales y económicos.

Ciudadanos indignados que algunos políticos y tertulianos confundieron con perroflautas incultos y vagabundos desesperados, que han hecho enmudecer a quienes les insultaban y despreciaban cuando pedían democracia real a grito pelado y cantaban a coro “¡Sí se puede!”, demostrando que sí era posible pasar de los campamentos a los ayuntamientos, todos menos Zapata.

Finalmente, los votantes han hecho posible el sueño de los rebeldes y ahora han ocupado algunas casas del pueblo y parlamentos autonómicos con voluntad esperanzada de transformar las ciudades, pero con la incertidumbre propia de los becarios ante el futuro que les espera, porque nadie se lo va a poner fácil.

Pero, por difícil que se lo pongan los perdedores, ellos no tendrán problemas como debutantes en las Instituciones públicas, ni riesgo a perder la confianza de los ciudadanos por equivocarse en la gestión para la que no han tenido tiempo de prepararse, pues el pueblo perdona los errores, cuando detecta buena intención, honradez y limpieza en las actuaciones, admitiendo que el error es una cualidad del ser humano.

Lo que no perdonarán los ciudadanos a nadie, y menos a ellos, es la corrupción, el amiguismo, las mentiras, el despilfarro, los insultos a la inteligencia colectiva, el incumplimiento de promesas y la defensa de quienes no necesitan defensa porque se defienden solos y conocen todas las rendijas por donde escapar del castigo.

Si los indignados, perroflautas, neohippies, masturbarranas, bandarras y otras subespecies marginales que han accedido a los concejos se apartan de todo eso, don Alonso Quijano les garantiza que serán luengos sus días en el poder, su fama será eterna, sus premios colmados, su felicidad indecible, casarás tus hijos como quisieren, títulos tendrán ellos y tus nietos, vivirán en paz y beneplácito de las gentes, y en los últimos pasos de la vida les alcanzará el de la muerte, en vejez suave y madura, y cerrarán sus ojos las tiernas y delicadas manos de tus terceros netezuelos.

ANESTESIADOS, ABURRIDOS Y CANSADOS

ANESTESIADOS, ABURRIDOS Y CANSADOS

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Pasada la resaca del debate sobre el Estado de la Nación y desinteresados por el resultado de la victoria de “huno” o de “hotro”, es fácil concluir que hemos quedado anestesiados, aburridos y cansados, optando por guardar silencio, pensando más en el fracaso de Tiananmen y los muertos en la plaza mexicana de las Tres Culturas, que en la victoria popular del mayo francés.

Olvidamos que en España gana el que resiste, demostrando el Gobierno tener mayor resistencia que los gobernados, incapaces de seguir el ejemplo de los jóvenes chinos o de los estudiantes que tomaron las calles parisinas en 1968, exigiendo derechos que pretendían usurparles los mandamases desde sus despachos, en plena crisis económica.

Hemos pasado de la indignación, la protesta y la lucha que nos mantenía despiertos, al adormecimiento de la anestesia que nos inmoviliza, al aburrimiento que nos deprime el ánimo y al cansancio que nos retiene en el sillón de la frustración, alejando de nosotros toda posibilidad de redención.

Anestesiados, aburridos y cansados, estamos sobreviviendo a la crisis provocada por quienes no la están sufriendo, abandonados al pairo por un poder político que pretende seguir usurpando la soberanía popular, apelando a las defraudadoras urnas, que nada tienen que ver con la democracia social y participativa secuestrada por los financieros y sus cómplices políticos.

Estamos anestesiados de tanta verborrea charlatana. Aburridos de sonsonetes y promesas incumplidas. Cansados de cadenas y mordazas. Hartos de peregrinar por el desierto. Consumidos por las estafas. Decepcionados por los engaños. Desalentados por los perjurios. Y hastiados de soportar caprichos injustificados y ajustes gratuitos que nos quebrantan.

Anestesiados estamos con politicaína inhabilitante de toda respuesta a estímulos ofensivos, a la prepotencia ministerial, a las provocaciones insultantes y las mentiras institucionales. Aburridos estamos de discursos vacíos de contenido, palabras huecas,  explicaciones incomprensibles, justificaciones inaceptables y trampas electorales. Cansados estamos de fraudes tributarios impunes, manipulaciones argumentales, descarados insultos al común sentido de los mortales y corrimientos de dinero por las alcantarillas oficiales.

Anestesiados, aburridos y cansados, sí; pero no dispuestos a esperar en el andén de la vida la llegada del ángel exterminador que nos pique el billete para el gran viaje, sin liquidar antes a los revisores del tren que controlan la vida y hacienda de los viajeros hacinados en la miseria de los vagones.