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Etiqueta: manipulación

NUESTRA TELEVISIÓN ES SUYA

NUESTRA TELEVISIÓN ES SUYA

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Mi televisión, la del pueblo, la que pagamos todos, la nuestra, resulta que es suya. No porque la hayan comprado, sino porque se han apropiado de ella hurtándonos a los paganos el derecho de propiedad que tenemos sobre Televisión Española, conocida por otro nombre, debido a la manipulación informativa y propagandística que sus rectores hacen del ente público, convirtiéndolo en corralito privado.

Lejos quedan los tiempos en que nuestra TVE recibía premios internacionales por su honestidad informativa, llegando a tener los telediarios más prestigio y credibilidad que la mismísima BBC. Tiempo aquel de noticias limpias sin contaminación politiquera, sin fallos de cada día que sonrojan a los profesionales del medio con errores ortográficos en los rótulos, imágenes ilustrativas desilustradas, falsas entradas periodísticas, noticias de vecindario y manipulaciones informativas que nos obligan a dejar abandonada en un rincón la televisión que nos pertenece.

Grosero escamoteo de noticias, vulgares minimizaciones de sucesos importantes, toscas ocultaciones de novedades y chabacanos recortes de imágenes, son órdenes habituales que se ven obligados a cumplir los presentadores, sin mover una pestaña ni hacer gestos negativos, aunque sus miradas expresen la frustración profesional que les producen los mandatos que llegan del piso superior.

Afortunadamente, hoy no tenemos que sintonizar cada noche Radio Pirenaica para enterarnos de lo que sucede realmente en España, porque basta pulsar el botón del mando a distancia para conseguirlo, aunque algo interior se revele en nosotros al ver como utilizan los mandamases nuestro dinero en su propio beneficio propagandístico.

VICIADAS TENDENCIAS

VICIADAS TENDENCIAS

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Si en España dominarán tendencias sociales diferentes a la que triunfan entre nosotros, la crisis que padecemos no hubiera tenido lugar y viviríamos felizmente en un país realmente democrático y solidariamente consolidado por valores que duermen el sueño eterno en el nicho de la historia.

Si las tendencias dominantes hubieran sido otras, ocuparíamos un puesto destacado en el ranking mundial del bienestar, y saldríamos de los puestos de cola que tenemos reservados desde que los corruptos sentaron sus posaderas en poltranas institucionales, la impunidad fue consolidada en los tribunales de justicia, tomaron los usureros el bastón de mando en las entidades financieras, se legalizó explotación laboral y los evangelios fueron incluidos en el Index librorum prohibitorum et expurgatorum.

La tendencia a vivir del sudor ajeno ha multiplicado el número de gandules que beben piña colada en la cubierta de los yates junto a bellas señoritas.

La tendencia a consolidar la picaresca medieval ha incrementado el número de trileros que pasean por las alfombras y ocupan tribunas electorales.

La tendencia a silenciar voces críticas, ha promovido la manipulación informativa, la falsedad documental y la mentira institucional.

La tendencia a sobornar ha llevado a voraces depredadores por los despachos a la caza de favores, con billetes de quinientos euros en bolsas de basura moral.

La tendencia de muchos patronos al abuso laboral, ha disparado el número de explotadores que se aprovechan de la escasez de trabajo.

La tendencia a sangrar vecinos, ha incrementado el número de carroñeros en los comercios que cierran por ruina y cese de negocio.

SALVEMOS LAS PERSONAS, NO EL EURO

SALVEMOS LAS PERSONAS, NO EL EURO

La manipulación informativa y mental de quienes gobiernan el mundo, que son casualmente los responsables de la crisis que padecemos todos menos ellos, nos están tratando de convencer de la importancia vital de salvar el euro. Su euro, claro, en el que a todos nos metieron.

Mal futuro nos espera si la ocupación prioritaria de los mandamases se dirige a salvar el euro, cuando debían primarse los esfuerzos en la redención de las persona por encima de cualquier otro proyecto salvador, por mucho que nos envuelvan la doctrina salvadora en papel de celofán con un hipócrita lacito.

Los medios de comunicación están empeñados en crear opinión, pero no una opinión crítica y divergente, no. Están empeñados en inocular su opinión en nuestras mentes, para hacernos creer y decir lo que nunca admitiríamos ni diríamos si tuviéramos verdadera libertad de pensamiento y opinión.

Es una inexplicable locura colectiva que nos lleva a aceptar como bueno aquello que repudiamos con íntimo sentimiento, sin que la medicina sociológica encuentre tratamiento adecuado, porque también ella camina tras el farol que alumbra el camino hacia la ruina que nos espera.

ES HORA DE HABLAR

ES HORA DE HABLAR

La inevitable asistencia a clase diaria en la escuela de la vida, no facilita el aprendizaje de actitudes comprometidas con la verdad, sino todo lo contrario. Aprendemos en cabeza ajena que la victoria de David sobre Goliat es un cuento bíblico que nada tiene que ver con realidad.

Así, sabemos que combatir con desiguales fuerzas sólo conduce a la derrota del más débil, porque la diferencia se resuelve siempre a favor del corpulento, por mucho que el primero corra o se enrosque impotente en el rincón, mientras el equipo de matones al servicio del patrón le rompe los huesos a puñetazos.

Quienes han sufrido flagelaciones injustas, saben bien de qué hablo, pero los que no hayan sido todavía abofeteados han de saber lo que sufre el fustigado cuando el poder agrieta cínicamente la vida de un honrado ciudadano y además envía a la papelera las réplicas del ofendido ocultando al público su verdad, al tiempo que sigue apaleándole hasta dejarlo noqueado en el suelo sin concederle la palabra, envuelto en la mayor indefensión y lamiéndose las heridas con impotencia y dolida frustración.

Sabed todos que la coz al aguijón concluye siempre con la cojera perpetua del ingenuo mentecato en su intento por dañar el puntiagudo acero de la maldad contenida en el poderoso, que no tolera ni el roce de la más leve insinuación.

Enseña la vida que la denuncia pública del trampero concluye siempre con la ruina del monigote. Pero también advierte que la manipulación es preludio del insomnio porque la vileza de quien la practica sólo merece el descanso eterno.

A pesar de tales riesgos, ha llegado el momento de levantar las alfombras institucionales y desempolvar la verdad, aún a costa de los latigazos que espera a quienes lo hagan.

Es tiempo de convertir la mentira oficial en verdad pública, mostrando al mundo la mierda oculta en bastidores, porque el engaño sólo beneficia a quien practica tan detestable oficio, merecedor del mayor desprecio por parte de la gente honrada.

Es tiempo de liberar temerosas cadenas que someten la voluntad de los débiles a la fuerza de los dominantes, ahogando en el mutismo sus denuncias.

Es tiempo de airear la podredumbre, corrupción, cambalaches, maldades y envidias, que deambulan por mesas de negociación, redacciones de periódicos, consejos de administración y despachos políticos.

Es tiempo de señalar públicamente con el dedo a los protagonistas de la miseria moral que se extiende imparable por la sociedad, con una impunidad que sorprende al espíritu más ingenuo.

Es tiempo de pedir a los medios de comunicación que rompan el pacto de silencio y abran las ventanas al pueblo para que éste pueda  arrojar al vertedero la porquería que guardan en los cajones.

Es tiempo de confiar en que los honrados militantes de los partidos rompan la disciplina y levanten la veda que les prohíbe denunciar las corruptelas internas, dejando al pairo a compañeros enviciados que tanto daño hacen a la honradez de muchos.

Ha llegado la hora de que honestos vecinos pierdan el miedo a la fumigación por decir palabras elevadas en decibelios, más allá de lo autorizado por quienes dominan la sociedad.

OPINIÓN VS. MANIPULACIÓN

OPINIÓN VS. MANIPULACIÓN

OPINIÓN  VERSUS MANIPULACIÓN

No traduzca el lector el término “versus” en su significado de barbarismo inglés como “confrontación”, sino en su sentido real de origen latino determinado por la traducción “hacia”, porque el camino al que se dirige en muchas ocasiones la opinión, es hacia la manipulación.

Opinar libremente es uno de los ejercicios que más claramente confirman el estado democrático, expresado en diferentes medios por todos conocidos, como este blog al que ahora, lector, prestas tu atención.

Es obvio que hay opiniones discrepantes y/o complementarias debidas a la propia naturaleza de tal acción, porque son los sujetos con sus diferencias propias  quienes dan versiones de un mismo hecho no siempre coincidentes, evidenciando que la objetividad absoluta es inalcanzable y la neutralidad completa imposible.

Cuántas veces ha ocurrido que al presenciar el mismo acontecimiento, las opiniones de los testigos son discrepantes por razones ociosas de exponer, ya que las personalidades, experiencias y conocimientos de los sujetos determinan las opiniones que éstos tengan sobre un hecho concreto, mereciendo todas ellas idéntico respeto, aunque no la misma estimación.

Pero en esta tierra de María Santísima que todos pisamos, las palabras de muchos pseudopinadores se está deslizando peligrosa e intencionadamente hacia la manipulación, con evidente peligro para las mentes cerradas e incondicionales dispuestas a digerir cuanto les llega de sesudos manipuladores vestidos de corbata, que reciben buenos honorarios por hacer tan detestable tarea.

Los manipuladores utilizan hábiles recursos, algunas veces arteros, en cualquier lugar donde es reclamada su presencia, y así llenan la andorga y alimentan su canut, bien sea en la tribuna política o en los ¿medios de comunicación? que promueven a quienes distorsionan la verdad al servicio de intereses particulares ajenos, y en beneficio de los propios.

Esto obliga a incluir en la asignatura Educación para la ciudadanía, un largo capítulo donde se enseñe a los jóvenes – futuros dirigentes sociales – como interpretar la información que reciben, porque hoy día saber leer un periódico, juzgar un programa de televisión, criticar un acto y descubrir las manipulaciones informativas que pretenden despersonalizarnos, es una de las exigencias más importantes que debemos imponernos en este tiempo.

Tener juicio propio es el camino para expulsar de las pantallas, periódicos y ondas a quienes perturban nuestra paz, insultan el entendimiento y ofenden la verdad por mucho que se empinen o se suban a un pedestal de barro para servir el interés de sus patronos y mejorar su cuenta corriente.