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Etiqueta: indignados

TESTIMONIO EJEMPLAR

TESTIMONIO EJEMPLAR

El testimonio que están dando los padres de la patria es un ejemplo a seguir por todos los ciudadanos de bien que valoran sus sacrificios por nosotros, haciendo callar a los “indignados”, hoy desaparecidos de la faz de la tierra.

A nadie puede extrañar que los parlamentarios se autorregalen un iPhone 4S para negociar nuestra salvación en las mejores condiciones y evitar saturar los centros de reciclado, quedándose con el iPhone de la anterior legislatura por si surge alguna emergencia.

También es lógico que mantengan el ordenador portátil que ya tenían, pagando 100 dolorosos euros de su escaso salario, y que se autorregalen un iPad de última generación para facilitarse la tarea de hacernos más felices.

El imprescindible que dispongan además de un ordenador de sobremesa en el despacho, ADSL en su casa, asistente que les asista y cómodo despacho, para realizar gestiones que mejoren nuestro bienestar, aunque haya protestones que se quejan porque a los demás nos impidan realizar el mismo sacrificio que ellos ejemplifican.

También es lógico que les paguemos la gasolina, los peajes, billetes y taxis que necesitan en sus desplazamientos a las «escopetas nacionales» donde negocian los favores, prebendas y beneficios que recibimos los ciudadanos con sus esfuerzos.

La capacidad de trabajo de nuestros patrioteros padres llega a tanto, que no les basta con los sudores en el Parlamento y se pluriemplean en otros oficios para evitarnos trabajo a los demás, renunciando al merecido plurisalario que reciben.

¿Sería lógico que tributaran los libertadores por los miles de euros que le llegan en complementos, asistencias, kilometraje, alojamiento y manutención? Pues no. ¿Sería normal que dejaran de percibir euros cuando abandonan el escaño? Pues tampoco, porque su testimonio es ejemplar, como dijo Cospedal: «Los españoles pueden estar seguros de que no habrá sacrificio ni esfuerzo que no estemos dispuestos a hacer». ¡Bien dicho, coño!

Muchos ciudadanos carentes de sensibilidad y reconocimiento a los sacrificios que realizan sus «padres putativos», pretenden quitarles la pensión máxima de jubilación obtenida con sus 7 años de esfuerzos, simplemente porque a ellos les exigen 35 años de actividad laboral. ¡Qué ingratos!

Otros, más ignorantes y osados, se atreven a pedirles cosas imposibles, como que se ajusten el cinturón como ellos les exigen, sin darse cuenta que sus “padres” usan tirantes.

CUARESMA POLÍTICA

CUARESMA POLÍTICA

Hoy, miércoles de ceniza, los sacerdotes católicos recuerdan a sus fieles que no son más que polvo y que en polvo se convertirán. Esto se lo vienen advirtiendo desde el siglo XII, haciéndoles una cruz en la frente con cenizas procedentes de palmas secas incineradas. Vale. Con este acto comienza la cuaresma, periodo litúrgico de reflexión.

La conversión que pide la Iglesia a sus seguidores se la pedimos los ciudadanos a los políticos, porque ahora les corresponde a ellos cumplir con la cuaresma política que los demás soportamos el resto del año.

¡Convertíos!, dice la Iglesia a los pecadores, mientras los laicos hablamos a los políticos de matanoeiete, que es lo mismo, pero laicizando los deseos de reconciliación. La conversión que pedimos es tomar la solidaridad por bandera, enarbolar la pancarta de la honradez y abrir la puerta a quienes se encuentran en un callejón sin salida. Lo pidió el suegro de Urdangarín en Nochebuena; la Iglesia lo solicita hoy a sus fieles; y todos los ciudadanos se lo demandamos a los políticos en este tiempo de mudanza.

Deseamos que arreglen los cortocircuitos con el pueblo y cierren las vías de agua por donde se escapa la lógica que alimenta nuestras esperanzas en una vida pública honesta, sosegada, respetuosa y fraternal. Queremos ser por unos días el destino de sus acciones. Y que vuelvan a sus despachos el Lunes de Aguas dispuestos a compartir con nosotros la corona de laurel.

Bien está que la Iglesia recuerde el dies irae mortuorio en tiempo de penitencia, para que los políticos sigan su ejemplo porque ya en el siglo XIII el frailecillo Tomás de Celano les advirtió en un poema que Dies irae, dies illa, solvet saeclum in favilla : El día de la ira será un día que reducirá a cenizas el mundo. Y los ciudadanos estamos iracundos y bastante indignados.

En este tiempo de reflexión deben recordar los padres de la patria que el oficiante de la ceremonia es el pueblo que sumerge el dedo pulgar en las cenizas procedentes de la combustión de los programas electorales; y que un político puede volverse polvo en las urnas, a poco que se empeñe. En esa ceniza laica no hay pata de conejo, ni ojo de venado porque no es un acto de superstición, sino de fe secularizada de un pueblo que espera respuesta urgente de los políticos a sus problemas.

En la Iglesia, la paloma inspira la conversión, pero los de Génova prefieren confiar en la gaviota y los de Ferraz en una rosa marchita por falta de ventilación. Detrás vamos los pecadores sufriendo calvario sabiendo que el futuro de España debe ser pilotado por espíritus jóvenes que nos ayuden a ganar la vida y compartir pacíficamente la tierra sin garrotazos de polinazis valencianos.

¡Convertíos y pensad en el pueblo!, ese podría ser el lema de la cuaresma política. Cumplid la palabra dada, acrisolad la honestidad y no hagáis flechas con la pólvora. Reconvertid las actitudes y cread un mundo más justo y más humano. No queremos que los políticos nos preparen para la pasión y muerte, sino para la resurrección. Tampoco deseamos verlos hacer morcillas con la sangre del oponente, ni presenciar combates personales a bayoneta calada en las trincheras políticas.

¡Ah!, y que coman muchas chuletas políticas de especuladores y corruptos estos días porque renunciar a ello no vale si se hartan de mariscos con banqueros en sus despachos, detestando el menú ciudadano que propone un cambio de rumbo como penitencia política.

EL INCOMPRENDIDO URDANGARÍN

EL INCOMPRENDIDO URDANGARÍN

Las declaraciones hechas por el abogado del yernísimo, Pascual Vives, han producido un alboroto injustificado porque nadie ha comprendido las lógicas razones que han enojado al marido de la infanta Cristina de Borbón.

Al parecer el señor Urdangarín está indignado por lo que está sucediendo, y tiene sobrados argumentos para ello, aunque la cortedad mental de los ciudadanos les impida comprenderlo y se hayan irritado sin razones justificadas.

Igualmente, se ha  puesto en guardia  el colectivo de incultos “indignados” al descubrir un topo entre sus filas, pidiendo el linchamiento del duque, sin percibir que es uno de sus más prestigiosos militantes.

Torpes tertulianos de las ondas también se han añadido a la lista de encolerizados, llevando de la mano a lerdos columnistas periodísticos, mientras los políticos siguen confiando en la justicia, sin tirarse a la piscina.

Nadie comprende que el señor Urdangarín esté indignado porque su suegro haya borrado de las fotografías su atlético talle, sin permitirle exhibir sus abdominales, tan firmes y duros como su cara.

El yernísimo está indignado porque su cuñado le ha negado el saludo después de enseñarle a jugar al balonmano y adiestrarle en técnicas de supervivencia política cuando el suelo está resbaladizo por la mierda que uno mismo destila.

El duque consorte está indignado porque su esposa permanece en paradero desconocido sin dar la cara por él, pretendiendo hacer creer a los súbditos de su padre que ha compartido colchón con el indignado, pero no su opinión.

El consejero y presidente de la Comisión de Asuntos Públicos de Telefónica para Latinoamérica y Estados Unidos está indignado porque teme que la empresa deje de pagarle el millón de euros anuales y el costoso alquiler del lujoso palacete colonial que habita en Washington.

El presidente del Instituto Nóos esta indignado porque le han pillado con las manos en la caja institucional que alimentamos todos los españoles, sin dejarle terminar la faena que había comenzado hace años.

El yernísimo esta indignado con las declaraciones de Spottorno porque él no es “más o menos tonto”, sino listillo, muy listillo, como están poniendo al descubierto los malvados medios de comunicación, verdaderos responsables de todas sus fechorías.

RESISTIR, ¿HASTA CUÁNDO?

RESISTIR, ¿HASTA CUÁNDO?

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Camiliño, nuestro último premio Nobel, solía decir que en España el que resiste, gana. O, lo que es igual, en España gana el que resiste ¿Qué os parece? Lo pregunto convencido que la resistencia de cada cual es diferente, pues no todos estamos en las mismas condiciones ni tenemos el mismo aguante.

Pero hoy la resistencia puede tocar fondo antes que la crisis, haciendo de ésta el ariete que tire abajo el sistema, por difícil que parezca, ya que el aguante colectivo exige aglutinar muchas resistencias, evitar deserciones, desterrar aburrimientos y combatir hastíos, ahogando la impotencia en el esfuerzo de quienes soportan indignados los hechos que desaprueban.

La gran incógnita es saber hasta cuándo seguiremos llevando con resignación la penosa situación donde nos han metido los que no pasan por ella, caracterizada por un estado anímico de frustración, unido en ocasiones a la carencia de recursos económicos básicos, necesarios para subsistir.

Tal situación exige a los ciudadanos tener una capacidad de resistencia poco común, para seguir soportando decisiones arbitrarias en muchos casos, injustificadas en otros, desacertadas casi siempre y nunca ejemplarizantes, tomadas por líderes que caminan desorientados entre espesos árboles que les impiden ver el bosque donde todos estamos perdidos.

En esta jornada de reflexión invito a reflexionar a los futuros padres de la patria sobre algo tan simple como que el pueblo estará dispuesto a resistir los sacrificios que sean necesarios, si ellos son los primeros sacrificados. Que resistiremos lo que se nos venga encima si ellos entregan sus privilegios a la caja común de resistencia. Que rehusamos favores merecidos si ellos renuncian a beneficios inalcanzables para nosotros. Y que estamos dispuestos a ir con alpargatas, si ellos son los primeros que salen a la calle sin paraguas dispuestos a soportar el pedrisco que a todos nos está cayendo.

En caso contrario, la resignación de los indignados que hacen cola a la puerta de los “indignados” se tornara en rebeldía y la resistencia ciudadana tendrá fecha de caducidad inmediata.

EL OTRO HALLOWEEN

EL OTRO HALLOWEEN

El mundo, en el que España está inmersa, no ha finalizado su noche de brujas hace unas horas, sino que continúa su Jalouín por la vía dolorosa hacia el calvario, caminando sin apenas fuerzas y con gran resignación, pero sin atreverse a nada.

Las máscaras han ocultado durante unas horas rostros doloridos, y la fiesta nocturna ha pretendido sustituir el deseo oculto de muchos ciudadanos y ciudadanas de enarbolar hoces, guadañas y horcas, contra los que sonríen en parlamentos y consejos de administración.

Es una pena que hayamos importado de los Estados Unidos las hipotecas basura y las noches de terror, dejando a un lado los grandes valores democráticos de ese país, su estima por la competencia de los mejores y su desprecio a los sinvergüenzas.

Tampoco entiendo muy bien que se dediquen noches a historias de miedo y películas de terror, como si fuera poco la que está cayendo, y pretendiéramos ocultar la angustia de mañana con disfraces sanguinolentos, cabezas taladradas por cuchillos y rostros deformados para asustar a inocentes vecinos y amigos, sin atrevernos a inquietar con acciones definidas a los farsantes, politiqueros y especuladores, en un alarde público de máxima confusión.

Ayer mantenía la esperanza de que esta noche ardiera en las hogueras éticas comprometidas quienes viven a costa del sudor ajeno, recordando que, por menos motivos, la Inquisición chamuscaba a los herejes. Pero no ha sido así.

Tampoco he visto desenterrar hachas de guerra contra los depredadores, porque las inofensivas armas de caucho preocupan menos a los impostores que las sentadas de los dignos indignados en las plazas municipales o las pancartas.

¿Pesimista, me decís? No. Es, simplemente, – ¿simplemente? – que todavía estoy digiriendo la traca final de los actuales diputados con los futuros padres de la patria, regalándoles un kit tecnológico, formado por cientos de tabletas iPades, iPhones y líneas ADSL privadas, con un gasto de ¡un millón de euros!, que pagaremos usted y yo, aunque no participemos en el reparto. Ello gracias a tres diputados del PSOE y dos del PP, que han dado la cara por los demás. A sus señorías no les bastaba con el ordenador portátil que tenían, el iPhone que disfrutaban, la línea ADSL, el ordenador de mesa en el despacho y el otro en el escaño. ¡Qué pena!

También me está costando digerir la jugada de mi tocayo en Caja España-Duero, no por los 520.000 euros que se va a llevar por la cara del bolsillo de los impositores, sino por atreverse a llamar demagogo al resto del mundo que lo censura y por considerarse a sí mismo “trabajador”. ¡Qué ironía!

Comprenderán ahora, que viviendo ya lo suficientemente aterrorizado con tanto sinvergüenza a nuestro alrededor, considere un exceso añadir al miedo natural que nos embarga, una noche de terror.

» LOS DEL 11M «

» LOS DEL 11M «

He oído muchas veces quejarse a doña Espe de quienes proclaman que todos los políticos son corruptos, holgazanes e ignorantes, y tiene razón, porque en esa generalización se incluyen algunos honrados representantes del pueblo que no merecen esos calificativos. Esa es la razón por la cual sorprende que está técnica en turismo, – con la autoridad que le da su nivel intelectual -, llame despectivamente “los del 11M”, al movimiento ciudadano surgido espontáneamente el 15 de mayo, con intención de promover una democracia más participativa, menor dominio de los bancos, nula impunidad para los corruptos y auténtica división de poderes.

Incurre esta buena jugadora de golf en una malintencionada contradicción, pues sabe bien que en ese movimiento hay muchos ciudadanos honrados que están sufriendo lo que a ella no le va a tocar nunca sufrir, cogiendo el rábano por la hojas al poner su atención en los pocos descerebrados que han pretendido reventar el movimiento, sin reparar en los millones de indignados que comparten el ideario de los “indignados”, aunque no vayan con una mochila a levantar la tienda de campaña en la plaza pública.

Si esta señora observara la luna en vez de mirar para el dedo que señala hacia ella, no les habría llamado camorristas, pendencieros y golpistas, como ha hecho en la presentación del libro de Pedro José, porque “los del 15M” no pertenecen a la mafia napolitana, ni agreden a nadie con sus pancartas, ni viven en cuarteles, donde siempre se han fraguado los golpes de Estado en España.

Pero si la presidenta y sus palmeros los consideran camorristas porque solicitan listas abiertas en los comicios, requieren vivienda digna para todos, piden sanidad pública gratuita y demandan enseñanza estatal de primera calidad, pues compartimos que los llame camorristas.

Si por solicitar un puesto de trabajo, pretender más justicia social, exigir que los ladrones devuelvan lo robado, reclamar responsabilidades a los responsables y requerir pan y agua para sus hijos, son pendencieros, pues que lo sigan siendo.

Sólo falta saber qué insulto les espera por pedir la eliminación de los sueldos vitalicios de los políticos, la supresión de sus privilegios, el castigo a los corruptos, la permanencia de un máximo de ocho años en el cargo público y la expulsión de los especuladores.

¿Son golpistas “los del 11M” por pretender eliminar la impunidad en las acciones políticas, el nepotismo en las instituciones públicas, la democracia virtual que se han fabricado y la partitocracia que sólo a ellos beneficia?

¿Son radicales “los del 11M” por reclamar una laicidad constitucional del Estado, la nacionalización de las entidades bancarias rescatadas con su dinero y el control riguroso del fraude fiscal?

¿Son ignorantes “los del 11M” por no dejarse engañar con valores democráticos que los políticos escamotean y utilizan en su propio beneficio como trampolines para el abuso, el engaño y la mordaza?

Que nos disculpe, doña Espe, pero los insultos que dedica a “los del 15 M”, sólo pueden obedecer a torpeza o a maldad. Si del movimiento 15M ella se queda con los “folloneros”, significa que no ha entendido nada y debe marcharse, porque la violencia que ella condena, también es detestada por los que comparten el ideario del movimiento. Pero si conociendo el proyecto que reivindican “los del 11M”, lo rechaza, entonces nos obliga a pensar que se encuentra afectada por alguna de las patologías políticas y sociales que el movimiento de indignados pretende erradicar.

LA BURBUJA DE «INDIGNADOS» E INDIGNADOS

LA BURBUJA DE «INDIGNADOS» E INDIGNADOS

Politiqueros, banqueros y especuladores nunca tomaron en serio la burbuja inmobiliaria que los expertos anunciaban, porque sabían que toda la mierda derivada de su inevitable explosión nunca llegaría a salpicarles, y tenían razón.

Ahí siguen los miembros de esos tres colectivos ocupando suntuosas viviendas, brindando con Moet Chandon, navegando en yates de lujo, viajando en coches de gama alta y multiplicando sus ingresos, mientras los inocentes sufridores de sus acciones se hacinan bajo plásticos tras el desahucio, beben agua en los regatos, flotan en lodazales, viajan hacia la nada en las oficinas del paro y multiplican el dolor, la impotencia y la indignación, padeciendo injustamente las consecuencias de una crisis en la que no tuvieron arte ni parte,  que terminará por llevarlos a las barricadas.

La sordera de los parlamentarios, el abuso de los consejos de administración y la indiferencia de los estraperlistas continúan soplando la burbuja de “indignados” e indignados, sin percibir que su explosión les pondrá contra las cuerdas, impidiendo que salgan ilesos de la deflagración que se avecina, por ignorar que la paciencia tiene un límite y la resignación no es eterna.

En esta ocasión los explotadores rodarán  por el suelo al silbo de la revolución, porque es muy extensa la amargura, excesivo el agravio, demasiada la aflicción y profundas las llagas del alma. Sabed, granujas de guante blanco y buitres de la miseria, que un hispano herido tiene más peligro que un león hambriento y en estos momentos son millones los españoles indignados que están heridos y al acecho.