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Etiqueta: Concepción Arenal

ROSA Y CONCEPCIÓN

ROSA Y CONCEPCIÓN

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Cúmplense hoy ciento tres años que vino al mundo el Alabama Rosa Louise McCauley, dispuesta a pasar a la historia como lideresa del movimiento por los derechos civiles en Estados Unidos, simplemente por negarse a obedecer al conductor de una autobús, cuando este le pidió que cediera el asiento a un hombre blanco y se desplazase a la parte trasera del autobús.

Pero este mismo día de 1893 se nos fue Concepción Arenal, la escritora ferrolana que lideró el movimiento feminista en España, comenzando por vestirse de hombre para burlar la discriminación existente en la Universidad, en tertulias políticas y en veladas literarias madrileñas de mediados del siglo XIX, luchando contra el varonil orden establecidos por los hombres dominantes en una sociedad que relegaba a las mujeres a oficios domésticos.

Semejante actitud de la señora Parks dio con su cuerpo en la cárcel por perturbar el orden público, convirtiéndola en abanderada de una lucha que culminaría con la victoria de la razón sobre el abuso, desprecio y explotación que había sufrido los seres humanos de su raza en la penosa historia de la negritud, la explotación, la esclavitud y la compraventa de personas.

Concepción fue la primera mujer premiada por la Academia de Ciencias Morales y políticas; la primera mujer que recibió el título de Visitadora de Cárceles de Mujeres; la primera mujer Inspectora de Casas de Corrección de Mujeres; y la primera mujer que fue capaz de gritar a la cara de los hombre los derechos que merecían las personas de otro sexo.

Este chispazo de rebeldía que dio Rosa Parks incendió el alma de millones de personas que se echaron a la calle encabezadas por el pastor protestante Martin Luther King, exigiendo la igualdad de derechos para una raza esclavizada por la desmesura de poder ejercido durante siglo por quienes enrojecía su piel con el sol de las playas caribeñas.

Odia el delito y compadece al delincuente, fue el legado social que nos dejó Concepción Arenal como expresión resumida de su pensamiento, considerando que los delincuentes eran un derivado de la sociedad injusta, represora, insolidaria y cínica que le tocó vivir, emprendiendo un catolicismo social en contra de una Iglesia que pretendía mantener a la mujer en la ignorancia y el servicio al hombre.

La segregación racial quedó abolida del transporte público por la Corte Suprema, aplaudiendo los jueces el pequeño gesto de insumisión realizado espontáneamente por la costurera Rosa, harta de vejaciones inmerecidas y leyes opresoras de una raza merecedora de iguales derechos que disfrutaban los opresores, hasta conseguir la la Medalla de Oro del Congreso, antes de que la demencia senil se apoderara de ella, siendo “Madre del Movimiento de los Derechos Civiles” y merecedora de una tumba en la Rotonda del Congreso americano.

Valientes mujeres ejemplares que han dejado un imborrable sello en la historia con su testimonio de coraje, en defensa de derechos humanos fundamentales que una sociedad enferma de racismo y machismo había ensuciado con leyes discriminatorias de las que aún muchos negros y mujeres no han conseguido librarse del inmerecido castigo que reciben.

VICTORIA KENT

VICTORIA KENT


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Fue el 22 de septiembre de 1987 cuando murió en el exilio americano a los noventa años, la abogada malagueña y diputada en las Cortes republicanas constituyentes de 1931, Victoria Kent, que compartió mítines con Unamuno, ocupo la Dirección General de Prisiones y fue la primera mujer que intervino en España en un consejo de guerra, defendiendo la absolución de don Álvaro de Albornoz.

Reformadora de las cárceles españolas para conseguir la rehabilitación de los presos, eliminó cadenas, suprimió grilletes, adecentó celdas, mejoró la alimentación, autorizó la libertad religiosa, concedió permisos por razones humanitarias, eliminó celdas de castigo, creó el Cuerpo Femenino de Prisiones, puso en marcha el Instituto de Estudios Penales y clausuró 114 cárceles porque no reunían condiciones que permitieran recuperan a los internos para la vida social, compartiendo el ideario de Concepción Arenal de odiar el delito y compadecer al delincuente.

Todo ello en su haber, pero las discusiones con Clara Campoamor, oponiéndose al voto de las mujeres por considerarlas insuficientemente preparadas para ello, advirtiendo que su incultura social y política las llevaría a votar masivamente a la derecha, le costó la salida del Congreso en noviembre de 1933, dedicándose durante la guerra civil a crear refugios para niños y a evacuarlos Francia, refugiándose en la embajada mexicana para huir del Gobierno de Vichy que la buscaba por orden de las autoridades franquistas.

Victoria Kent acabó muriendo en Nueva York en 1987, pero sus restos incinerados descansan en la ciudad de Redding perteneciente al estado de Connecticut, ocultando entre sus cenizas el arrepentimiento por rechazar el sufragio universal, en contra de sus convicciones, pensando que así evitaría el triunfo electoral de la derecha.