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Etiqueta: Artur Mas

NO ENTIENDO

NO ENTIENDO

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Al acercarme esta madrugada al ordenador me encuentro con el correo de un amigo catalán que me confiesa con amargura: “Todos los partidos cantan victoria menos el del Gobierno, pero la realidad es que aquí hemos perdido todos, unos y otros, porque estamos rotos por la mitad, fracturados, y ahora toca recomponernos poniendo sentido común en la estelada”.

El comentario de este amigo me da pie a expresar mi incomprensión con algunos hechos acontecidos en estas elecciones, por si algún lector amigo de este blog tiene respuestas que me permitan comprenderlos.

No entiendo la radicalización de los independentistas contra el resto de ciudadanos españoles, ni la prepotencia, agresividad, ironía y mordacidad demostrada a lo largo de toda la campaña y en la noche de ayer, porque es un estilo que se aleja del que practico.

No entiendo que en unas elecciones autonómicas no se haya hablado de la gestión hecha por el Gobierno, de los programas de actuación y de los problemas ciudadanos.

No entiendo que en las elecciones autonómicas catalanas, el primer candidato a presidir la Generalitat haya ido en cuarto lugar en la lista electoral.

No entiendo el entendimiento que puede haber entre representantes de la burguesía catalana y ciudadanos pertenecientes a la izquierda radical.

No entiendo que unas elecciones autonómicas traducidas por definición en escaños parlamentarios se transformaran por obra y gracia de los independentistas en un plebiscito; pero comprendo menos aún que una vez transformadas las elecciones en plebiscito, se contabilicen escaños en los resultados, y no votos.

No entiendo que para asuntos menores como reformar el Estatuto de autonomía catalana, aprobar una ley electoral autonómica propia o para designar a los miembros del Consejo Audiovisual de Cataluña, se necesiten los dos tercios de los escaños parlamentarios, y para nombrar al Defensor del Pueblo autonómico se exijan los tres quintos de los escaños, y, en cambio, para declarar la ¡¡independencia!! de Cataluña le baste a los independentistas para proclamarla con la mitad de los escaños.

Finalmente, no entiendo que Artur Mas se considere legitimado para continuar el proceso independentista habiendo perdido el plebiscito que propuso y sabiendo que los dos millones de ciudadanos que se han abstenido no son independentistas.

LA MUECA DE MAS

LA MUECA DE MAS

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Hay personas con sonrisa permanente que inspiran confianza, producen bienestar, reparten humor y provocan nuevas sonrisas. Pero hay muecas parecidas a sonrisas que pueden confundir a los ingenuos, seducidos por el visaje de un tahúr que no se guarda las cartas en la manga, sino detrás de su inquietante sonrisa.

Pero no sonreía el señor Mas en el Camp Nou durante la esperada sinfonía de silbatos, como creyeron separatistas y unionistas. No sonreía Mas, aunque lo pareciera, porque la cínica complacencia de su gesto era una contorsión dislocada de los labios en expresión burlesca y ácida, con desprecio avinagrado a la enseña que ha cambiado en pocos años por la señera.

Ese aspaviento crónico de don Artur no inspira nada bueno. Ademán propio de irrespetuoso muñeco afiliado al anacrónico guiñol secesionista. Mímica de caricato urbano, charlatán de feria y trilero embaucador que se envolvía en el 3 % en la señera, hasta que un uppercut político de Maragall le quitó la sonrisa.

Desde entonces no ríe Mas, aunque eso parezca el visaje que exhibe, propio de un titiritero de la política y fiel servidor del corruptivo pujolismo, que callaba más de lo que decía, cuando el sentido común dictaba su vocación política, dislocada hoy por razones que sabremos algún día no muy lejano, aunque hoy su mueca haya eclipsado la obra de arte balompédica de Messi.

Don Artur Mas deja claro con su estiramiento de labios que nada queda claro detrás de esa mueca, porque sus arqueadas cejas y su mirada la contradicen. Mueca que inspira más dudas que seguridades; alienta más incertidumbres que certezas; produce más desconfianza que verdad; genera más inquietud que templanza; origina más recelo que confianza; provoca más sospechas que evidencias; y suscita el miedo propio de quien tiene poder sin talento para ejercerlo.

Discrepancia con respeto para el independentismo, pero esa mueca….

MÁS SOBRE MAS

MÁS SOBRE MAS

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Una vez más viene Mas a esta bitácora por méritos propios y sentimiento ajeno, para decirnos lo contrario que aseguraba hace apenas doce años, cuando el sentido común dictaba su vocación política, dislocada hoy por razones que sabremos algún día no muy lejano.

“El concepto de independencia lo veo anticuado y un poco oxidado”, declaraba don Artur-Arturo hace una década, sin despeinarse y con la misma sonrisa de conejo que esboza permanentemente ante las cámaras, sin descomponer la figura ni mover un pelo de su cabello.

Añadía, con la misma firmeza que hoy dice lo contrario, que España no era Yugoslavia y además “entre Cataluña y España existen suficientes lazos e historia compartida como para tener muy presente este bagaje común, que se manifiesta incluso en la composición demográfica de Cataluña”.

Así pensaba antes de ayer el honorable presidente de la Generalitat catalana, cuando apostaba por una “España plurinacional” y unida, considerando una grave irresponsabilidad “llevar al país hacia un camino que significara una frustración colectiva”, como pretende hacer actualmente, porque la quiebra social que se avecina en Cataluña será recordada durante siglos, sin que nadie pague sus culpas por ello desde el valle de Josaphat donde todos estaremos entonces, recordando que Cataluña aspiraba a mantenerse en el Estado español, como pregonaba Mas en 2002, sin más añadidos ni condiciones.

NOLT HONORABLE PUJOL

NOLT HONORABLE PUJOL

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Es molt honorable la persona de honor que acredita destacadas cualidades morales, cumple sus obligaciones con los vecinos, es ejemplo de virtud y muestra honrado comportamiento que le distingue y hace merecedor de ser respetado, dignificado, homenajeado y acatado. Pero quien defrauda, miente, estafa, hace trampas y abusa de poder, no merece tal distinción, título y reconocimiento público.

Confiesa dolorido el patriarca de la saga Pujol que tiene dinero sin regularizar fuera de España desde el año 1980, ocultado al mismo tiempo los euros que ha tenido escondidos durante 34 años, porque no encontró “el momento oportuno de hacerlo”, a pesar de las tres amnistías fiscales habidas desde entonces, cometiendo vulgar insulto a la ciudadanía que el señor Mas se encargará de tapar activando la cortina de humo independentista.

El cinismo de Pujol querellándose con El Mundo cuando dio la noticia facilitada por la UDEF, le llevó a decir que se trataba de una “falsa campaña de desprestigio familiar”, adquiriendo su declaración del viernes pasado patéticos síntomas de contaminación borbónica, al solicitar un indulto popular que no merece quien asegura que España roba a Cataluña, cuando la zorra está en el gallinero, al ser este acusador el primer estafador del pueblo catalán.

Viendo las andanzas de Pujol, de sus descendientes y de los compañeros políticos, no queda otra opción que recordar las palabras del presidente Maragall en el Parlamento catalán, cuando le advirtió públicamente en 2005 al hoy honorable Mas que el problema de la organización política capitaneada por Jordi se llamaba “tres por ciento”- luego se demostraría que era el 4 % – pellizco exigido a las empresas durante los veinte años de dominio pujolista.

Es necesario que el pueblo catalán despierte del hipnótico señuelo independentista y comience a limpiar debajo de las alfombras toda la mierda escondida durante décadas de gobierno convergente, porque de no hacerlo muchos pensarán que la sociedad padece una grave patología moral sometida a quiméricas aspiraciones y ficticios problemas, envolviéndose en la señera y convirtiendo a los sinvergüenzas en mártires de una causa insolidaria que no les beneficia, provocada por los hijos naturales y políticos de un victimista estafador.

 

FRASEOLOGÍA POLÍTICA

FRASEOLOGÍA POLÍTICA

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Pido a los lectores de este blog que me ayuden con sus aportaciones a redactar un diccionario de fraseología política, que pueda ser de utilidad para los ingenuos ciudadanos que todavía atienden cantos de sirena donde no hay más que ronquidos de sueños fatuos mezclados con irracionales sonidos emitidos por gargantas anquilosadas en épocas de exterminio medieval.

Todo pudo comenzar en 2008, cuando el señor Zapatero llamó antipatriotas y catastrofistas a quienes alertaban de la profunda crisis que se nos venía encima, nominada el 9 de mayo por él mismo como “desaceleración transitoria”.

Histórica fue la intervención de Cospedal el 25 de febrero de 2013, que ha pasado al libro Guinness del cinismo político, cuando llamó “indemnización en diferido” la justificación para que su partido siguiera pagando durante dos años sueldos millonarios al tesorero Bárcenas.

Desde la Zarzuela se explican los divorcios y las separaciones matrimoniales de la realeza española, diciendo que se trata de “ceses temporales de convivencia”, aunque hayan tenido que ampliar los marcos de las puertas para dar paso a las cornamentas y hacer obra en las paredes donde empotrar cajas de seguridad blindadas.

La salida de jóvenes españoles a otros países por falta de futuro en la tierra que les ha visto nacer, fue definida por la ministra Fátima Báñez como “movilidad exterior”, reservando el estatuto de emigrados a los subsaharianos que huyen de la hambruna hacia la tierra prometida.

El independentista Artur Mas llamó “ticket moderador sanitario”, lo que es una cuota de incremento de pago que deben hacer los catalanes cada vez que visitan al médico de cabecera, compran medicinas, ingresan en un centro sanitario público o acuden al servicio de urgencia hospitalaria.

Si los recortes presupuestarios son “reformas estructurales”; la subida del IRPF, “recargo temporal de solidaridad”; las rebajas de salarios, “devaluaciones competitivas”; y la amnistía fiscal, “tributación de rectas no declaradas”; entonces las manifestaciones ciudadanas serán “actuaciones obligadas en defensa propia por la supervivencia”.

REPÚBLICA FEDERAL

REPÚBLICA FEDERAL

Son muchas las voces que se han levantado ante el gallinero autonómico que ha provocado don Artur Mas, encabezando una marcha hacia no se sabe dónde y con su perpetua sonrisa en la boca. Sonrisa que hace pensar en una deformación genética o mueca surgida ante la locura transitoria generada por la sobredosis de independentismo que le inocularon en la última Diada.

Para que no haya dudas ni pretextos de árboles argumentales que no dejan ver el bosque de la verdad, vaya por delante mi convicción firme, decidida e incuestionable por transformar el Estado español en una República Federal, semejante a la que rige en Alemania, Suiza, Estados Unidos o Argentina, reorganizando previamente el actual Estado de las autonomías.

Digo reorganizando sin intención molestar a nadie, ni ser acusado de lo que no soy, por pedir explicaciones sobre los argumentos no políticos, es decir, las razones objetivas que justificaron la creación de ¡¡cinco autonomías uniprovinciales!!, amén de Ceuta y Melilla, salvando de la quema a los madrileños por esos seis millones y medio de ciudadanos que ocupan su territorio, duplicando a Galicia y multiplicando por catorce a quienes pisan la huerta murciana.

Quienes hemos tenido la oportunidad de vivir durante años en otros países alejados de la patria chica, estamos convencidos que el futuro de los terrícolas es ser ciudadanos de un mundo sin fronteras, apátridas sin reivindicaciones lugareñas aunque mantengamos nostalgia por la tierra que nos vio nacer.

No está el futuro en la división territorial, en la fragmentación y en la secesión, sino en la abolición de alambradas que nos separen. Y no se necesita una gran solidaridad para dar a quienes les falta, aquello que a los demás les sobra.

Las diferencias lingüísticas, culturales, tradicionales, paisajísticas, climáticas y orográficas, entre algunos territorios españoles son evidentes, pero este reconocimiento no excluye el entendimiento, la solidaridad y la gestión compartida, sin necesidad de llegar a la anacrónica independencia territorial, respetando identidades naturales en el marco de una confederación, con amplio margen de autonomía a los territorios federados, como tuve ocasión de disfrutar en Suiza durante varios años.

LA SONRISA DE ARTUR MAS

LA SONRISA DE ARTUR MAS

Hay personas con sonrisa permanente que inspiran confianza, producen bienestar, reparten humor y provocan nuevas sonrisas. Pero hay muecas parecidas a sonrisas que pueden confundir a los ingenuos, seducidos por el visaje de un tahúr que no se guarda las cartas en la manga, sino detrás de una inquietante sonrisa.

Al primer grupo pertenecen todos los amigos que tengo en Cataluña y el resto de catalanes que se esfuerzan cada día por hacer grande su país, a pesar de los políticos que dirigen sus destinos, como don Artur Mas, cuyo eterno estiramiento de labios forma parte del segundo grupo de aspavientos, dejando claro que nada queda claro detrás de la sonrisa, porque sus arqueadas cejas la contradicen y su mirada no presagia nada bueno.

La sonrisa de Artur Mas nos recuerda al detestable profesor que esbozaba ese mismo gesto antes de castigarnos; al capitán de la compañía que sonreía de igual forma cuando nos arrestaba en el cuarto de banderas; y al trilero que se ríe de los incautos antes de timarlos y dejarlos sin un duro en el bolsillo.

La permanente sonrisa de Artur Mas inspira más dudas que seguridades; alienta más incertidumbres que certezas; produce más desconfianza que verdad; genera más inquietud que templanza; origina más recelo que confianza; provoca más sospechas que evidencias; y suscita el miedo propio de quien tiene poder sin talento para ejercerlo.

Esto deben pensar el 1.653.409 de catalanes ganadores de las elecciones, aunque la sonrisa de Artur Mas los desprecie sin olimpismo alguno por formar parte del olvidado colectivo de ciudadanos que militan en la abstención y el voto en blanco, nunca tenidos en cuenta en los procesos electorales.