Navegando por
Día: 10 de febrero de 2014

TELEFONOFILIA

TELEFONOFILIA

321views

b

Preocupa a los ciudadanos premodernos la pandemia vírica que expande sus tentáculos a través de radiaciones idiotizantes de frecuencia intermedia entre las bandas sonoras y las mudas microondas, emitidas por antenas alienantes y recibidas en seductores aparatos móviles contaminados de incomunicación.

Algunos estudios demuestran que las ondas “móviles” han multiplicado la reproducción “celular”, pero todas las investigaciones confirman la bipartición de los usuarios, fragmentados en dos mitades asimétricas unidas en el espacio corporal y alejadas espiritualmente en órbitas planetarias, con alteraciones en el ARN mensajero, por ruptura de sus enlaces comunicativos con el entorno físico donde se asienta el enfermo.

La historia social definirá esta época como la del “teléfono móvil”, no tanto por los servicios que este aparato comunicador facilita, cuanto por la ruptura comunicativa que promueve, cumpliendo la contradictoria tarea de sustituir el cara a cara y la palabra directa con los presentes, por el contacto virtual con los ausentes.

El GSM es una puerta abierta a la intimidad personal en cualquier lugar, a toda hora y sin permiso, donde acceden familiares, amigos, parientes, colegas y enemigos, algunos deseables, otros impertinentes, bastantes inoportunos y muchos a destiempo, mientras viajamos, trabajamos, yantamos, libamos o hacemos el amor, para robarnos momentos reservados que nos pertenecen.

El empleo juvenil de los celulares como elemento de comunicación, ha desterrado la palabra directa, pateado la ortografía, anulado el contacto personal, incrementado el gasto, reumatizado los pulgares y bloqueado las relaciones cercanas, sustituyendo el cálido diálogo personal por el frío deletreo de palabras en la pantalla virtual, haciendo realidad la predicción de Einstein cuando profetizaba que el progreso tecnológico nos incapacitaría para la interacción humana, creando una generación de idiotas.